El compromiso de los niños con la tecnología digital está aumentando en todas partes del mundo, junto con las preocupaciones sobre si esto es saludable o perjudicial. A pesar de sus beneficios, la Organización Mundial de la Salud incluyó el juego patológico como un diagnóstico. La tecnología digital incluye dispositivos digitales como computadoras, tabletas y teléfonos móviles, uso de Internet, redes sociales, chat en línea o juegos de video.
Los cambios en la tecnología, particularmente los avances de las computadoras y teléfonos celulares, ha impactado a individuos y familias. Las consecuencias de este impacto pueden seguir a los niños a lo largo de su desarrollo de manera positiva o negativa. Por un lado, la tecnología se utiliza principalmente para la comunicación, y los adultos y adolescentes usan computadoras y teléfonos celulares para mantenerse en contacto con personas importantes, como parejas románticas, familiares y compañeros. Incluso, se utiliza en el ámbito académico. Además, varios estudios indican que el uso de juegos tiene un impacto positivo en las habilidades cognitivas de los niños. El juego también puede mejorar las habilidades de resolución de problemas.
El uso moderado de las computadoras parece tener poco impacto en los niños. Sin embargo, el uso extensivo de las redes sociales puede llevar a un aumento de la soledad y la depresión, especialmente para las niñas adolescentes. La exposición a juegos de computadora y juegos violentos y agresivos se ha relacionado con el comportamiento violento y puede llevar a desensibilizar a los niños de los sentimientos de los demás (Irwin y Gross, 1995). El uso de la tecnología también predispone a los niños al ciberacoso (“cyberbullying”). También, se ha encontrado que los niños pequeños que usan computadoras más de ocho horas a la semana son propensos a estar sobre peso e invierten menos tiempo en la actividad física que los niños que usan computadoras por menos tiempo cada semana. Otros hallazgos advierten que la calidad del contenido puede determinar si el impacto de la tecnología es positivo o negativo.
A pesar de que la tecnología puede mejorar la coordinación mano-ojo, la agilidad y la concentración, puede provocar problemas visuales (por ejemplo: dolor ocular, sequedad, rojez, visión borrosa, lagrimeo y sensación de quemazón). También puede conducir a dolor de cabeza, agresividad y asilamiento social. De hecho, un estudio de Brigham Young University en Utah reveló que los jóvenes abandonan sus relaciones interpersonales y no participan de actividades sociales debido al tiempo invertido en los videojuegos. Estos jóvenes se refugian en los videojuegos, perjudicando sus relaciones interpersonales.
¿Cómo deben intervenir los padres?
El uso de las redes sociales desafía a los padres a determinar cuándo permitir que sus hijos tengan acceso a la tecnología y cuándo restringirlo. Es importante establecer reglas realistas que puedan implementarse de manera consistente. Demasiada flexibilidad o mensajes inconsistentes crean conflicto entre padres e hijos sobre el uso de la tecnología. Shepherd, Arnold y Gibbs descubrieron que los padres con expectativas claras sobre el comportamiento moral tenían más probabilidades de establecer reglas rígidas y negociar cambios con menos frecuencia.
La evidencia sugiere que el uso moderado de la tecnología digital tiende a ser beneficioso para el bienestar psicológico de los niños, mientras que ningún uso o demasiado uso puede tener un pequeño impacto negativo. Sin embargo, otros factores son más relevantes para el bienestar de los niños. Es más importante enfocarse en otros factores como el funcionamiento familiar, la dinámica social en la escuela y las condiciones socioeconómicas. En lugar de concentrarnos solo en los efectos de la tecnología digital, deberíamos prestar más atención a las influencias del contexto en donde se encuentran los niños, las actividades en las que participan en línea, y sus entornos sociales y familiares.
Por lo antes mencionado, la intervención de los padres es de suma importancia. Para poder manejar el uso de la tecnología digital y velar por el bienestar físico y psicológico de los menores, es importante que los padres consideren los siguientes puntos:
Es importante monitorear el tiempo que los niños y adolescentes invierten en el uso de la tecnología digital pero no eliminarlo por completo.
Combinar el uso de la tecnología con la actividad física y juegos de mesa para fortalecer las relaciones familiares y minimizar el uso de aparatos electrónicos.
Separar un espacio para que los niños y adolescentes expresen sus emociones en un ambiente cálido y seguro para obtener información sobre su entorno fuera del hogar.
Si el uso es excesivo, se puede emplear un plan de modificación conductual para monitorear y minimizar el uso de la tecnología digital y reforzar conductas alternas.
De ser necesario, es recomendable buscar ayuda psicológica (terapia individual o familiar) para reducir el uso de la tecnología y promover el bienestar familiar.
A pesar de que es posible monitorear y controlar el uso de la tecnología sin el conocimiento de los menores, es recomendable discutir las reglas y los límites con los menores. De hecho, también podemos establecer contratos firmados por los padres y sus hijos.