El picor es uno de los síntomas más molestoso que puede sentir un niño. La sarna y el impétigo son dos causas comunes de picor en nuestros niños.
¿Qué es la sarna?
La sarna o escabiosis humana es una infección de piel causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. El ácaro infecta la piel causando una erupción. La sarna es altamente contagiosa y se ve en todas las edades.
¿Cuáles son los síntomas de la sarna?
Los síntomas más comunes son picor, el cual tiende a ser más intenso en la noche, y una erupción parecida a granos o salpullido. Se pueden ver también unas líneas grises o blancas finas e irregulares en la piel que son los tractos que ocasiona el ácaro al moverse.
- En niños menores de 2 años, la erupción es más frecuente en las palmas de las manos, plantas de los pies, cara, cabeza y cuello.
- En niños mayores de 2 años, adolescentes y adultos es más común en los pliegues de las muñecas y los codos, los muslos, glúteos, área genital y entre los dedos.
En este último, se ven frecuentemente los tractos. El picor intenso causa que los niños se rasquen y se abran la piel propiciando el que se infecten con bacterias. Para prevenir que esto ocurra puede cortarles las uñas a los niños y cubrirle las manos a los bebés.
¿Cómo se diagnostica y se trata la sarna?
Su pediatra es quien va a diagnosticar y tratar la sarna. Para esto va a tomar un historial pertinente y examinar la piel de su hijo. Al ser un diagnóstico típicamente clínico, no requiere de ninguna prueba o muestra de laboratorio. La sarna se trata con lociones y cremas recetadas por su pediatra, quien además le indicará cómo utilizarlas.
¿Qué podemos hacer para prevenir una infestación con sarna?
Al ser tan contagiosa, la sarna se pega entre todos los que viven juntos. Es importante tratar a todos en la familia y también lavar con agua caliente toda la ropa de cama, la ropa del niño y de sus contactos. Artículos que no se puedan lavar se deben poner en una bolsa plástica sellada por tres días a una semana. Por último, limpie bien la casa.
¿Qué es el impétigo?
El impétigo es también una infección de piel, pero a diferencia de la sarna, es causada por bacterias. Las bacterias de las familias estafilococo y estreptococo entran a la piel por cortaduras o raspaduras como, por ejemplo, a consecuencia de rascado frecuente por sarna. De hecho, es frecuente ver a un niño con sana que también tiene impétigo. Una vez infectan la piel, causan una erupción que, a su vez, también pica, pero levemente. Es una infección común en áreas húmedas y calientes.
¿Cuáles son los síntomas del impétigo?
La erupción del impétigo comienza con ampollas rojizas llenas de líquido que pican. Estas ampollas se abren y crean una llaga con costra color amarillo miel. Al tocar la llaga, se transfiere la bacteria y se propaga la infección a diferentes partes del cuerpo. Así también se pega de niño a niño sobre todo en los cuidos y escuelas. Es más frecuente en niños pequeños entre 2 y 5 años y casi siempre se ve alrededor de la boca y nariz y en las extremidades.
¿Cómo se diagnostica y se trata el impétigo?
El impétigo se diagnostica clínicamente por un pediatra y, al igual que la sarna, no requiere de pruebas de laboratorio. El pediatra va a evaluar al niño y decidir qué antibióticos recetarle. Por lo general se le receta antibióticos en crema, pero dependiendo de la severidad el pediatra puede decidir también dar antibióticos orales. Es posible que el pediatra también le recomiende quitar la costra y lavar las llagas con agua y jabón y mantenerlas tapadas en lo que sanan.
Es imperativo cumplir con el tratamiento recetado para evitar complicaciones tales como una celulitis o problemas del riñón.
¿Qué podemos hacer para prevenir el impétigo?
El impétigo es altamente contagioso y se ven brotes en cuidos y escuelas. Es importante educar a los niños a lavarse las manos y evitar contacto físico incluyendo los deportes de contacto cuando tienen la infección. Si su hijo tiene impétigo, debe buscar atención del pediatra, limpiar las superficies que el niño toque y lavarse las manos luego de tocarlo.
El niño puede volver al cuido o escuela una vez haya completado 24 horas de tratamiento.