Yariza Cartagena Vélez, Psy.D.
La festividad de Halloween o el día de brujas es un evento esperado por muchos, pero sobre todo por los niños. Es la oportunidad que tienen de vestirse de su personaje favorito, ser creativos e incluso asustar a otros como parte de la época. A pesar de esta emoción, es muy importante estar alertas ante los extraños que buscan la oportunidad para acercarse a grandes y chicos para realizar sus fechorías. Es muy importante que los menores sepan lo que significa un extraño. De igual forma en esta festividad es importante recordar que no todas las personas que llevan uniformes (policías, bomberos, doctores, etc.) son reales, y en ocasiones pudieran ser peligrosos ya que utilizan su disfraz para realizar actos de maldad.
Para poder informar a los adultos a cargo y a los menores sobre el disfrute seguro de esta festividad tenemos algunas “orejitas” que nos pueden servir:
Para los adultos:
Recuerde el disfraz exacto de los menores que tiene a cargo.
Puede ponerle en el brazo, cuello o algún lugar visible del disfraz, una pulsera u objeto fluorescente para facilitar su ubicación.
No tenga más de 4-5 menores a su cargo si no hay otro adulto.
Cree una clave o sonido “secreto” por si el menor se siente amenazado o se percibe en problemas. Practíquelo por varios días antes de salir a buscar los dulces.
Explique de forma clara y sencilla, con lenguaje que los niños puedan comprender, las reglas antes de salir en búsqueda de los ansiados dulces. Algunas de estas reglas pueden ser:
No alejarse del grupo cuando vayamos caminando.
No hablar con otras personas con disfraces que no podamos ver el rostro, si no son de nuestro grupo.
Esperar a que todo el grupo reciba sus dulces antes de moverse a otra casa.
Recordar la clave o sonido “secreto” y no decírselo a nadie que no sea del grupo.
No realice el recorrido por lugares que no ha visitado antes.
En la medida que sea posible, busque lugares iluminados o controlados como centros comerciales, urbanizaciones con control de acceso o su propio vecindario si lo considera seguro y/o conoce sus vecinos. Esto hará más fácil para usted y el menor identificar a un extraño.
Si nota a alguien sospechoso, pero no peligroso, acérquese y verifique el propósito de estar en el lugar. Observe si se pone nervioso, huye, o lleva a cabo otra reacción sospechosa. Adviértale a sus menores que se mantengan alejados y recuerden el disfraz de la persona.
Planifique de antemano un lugar de encuentro en caso de que alguien del grupo se pierda.
Para los menores:
Recordar el nombre y disfraz que lleva el adulto que estará a cargo de llevarlo a buscar los dulces.
NO separarse del grupo:
Si alguien le ofrece algo llamativo, pide su ayuda o le pide guardar un secreto, diga que NO.
Siempre decirle al adulto a cargo o pedirle permiso, NUNCA se camina solo.
Saber el lugar donde se encuentra para que no puedan confundirlo.
No decirle su nombre a un extraño ni donde vive, a menos que no sea para pedir ayuda.
Si no tiene su adulto cerca y se siente amenazado por otra persona, grite o corra al lado contrario.
No se acerque a decoraciones o personas con disfraces llamativos si no puede reconocer su rostro.
Recordemos que siempre tenemos extraños a nuestro alrededor, no todos son peligrosos y a veces los necesitaremos, pero en esta festividad los disfraces pueden convertir a conocidos en personas extrañas y tenemos que darles a nuestras menores herramientas para que puedan identificar a las mismas. Al final del día, lo que todos desean es mostrar su disfraz y poder comer sus dulces.