La menstruación o “regla”, como se conoce, es un punto de desarrollo esperado para cada fémina. Es un momento de muchas preguntas y en la mayoría de las ocasiones, inesperado. Este evento se puede tornar estresante cuando la adolescente comienza a tener sangrados irregulares, y/o profusos que le causan accidentes en lugares públicos o limitan su actividad física. Por esto vamos a repasar los puntos importantes que podrían causar los cambios y cómo trabajarlos en conjunto con su médico primario.
Los primeros 2-3 años pueden presentar ciclos irregulares en lo que el ciclo madura y todas las hormonas fluyen de forma adecuada. En ese tiempo, pueden sangrar desde dos hasta siete días, utilizando 10-15 toallas/tampones en total de ese ciclo. Cada uno de esos periodos podría llegar a una distancia de 21-45 días de diferencia, siempre contando desde el 1er día de sangrado al 1er día del otro ciclo.
Ejemplo, un periodo comienza abril 15 y el próximo junio 1, ese ciclo duró 47 días. Conocer esta irregularidad de los primeros años es uno de los primeros puntos para entender los cambios de la pubertad y tener tranquilidad de saber cuál es el proceso normal del cuerpo en el desarrollo.
Esto es difícil de evaluar de forma objetiva ya que la cantidad de sangrado varia entre persona y entre días. Para ayudar a cuantificar el sangrado, se desarrolló una tabla de Evaluación Visual de Pérdida de Sangrado, (ver tabla 1). Si la adolescente acumula 100 puntos durante el ciclo, su sangrado es excesivo. De ser repetitivo en sus ciclos menstruales, la adolescente debe ser evaluada por su médico.
La evaluación medica va dirigida a determinar las causas del sangrado ya que el mismo puede causarle anemia (baja hemoglobina), deficiencia de hierro, daño a su autoestima si ocurren accidentes en el entorno escolar, al igual que distanciamiento de actividades usuales, que la puedan aislar.
Las causas del sangrado varían desde inmadurez del ciclo, como mencionado anteriormente, como problemas de coagulación, infecciones uterinas, variaciones anatómicas de útero, o secundario a uso de medicamentos para otras condiciones que la adolescente padezca.
El mismo va dirigido a conocer el proceso de pubertad y el ciclo menstrual de la paciente, historial de moretones con facilidad o sangrado nasal, su historial de condiciones médicas y sus medicamentos, cambios súbitos de peso, estrés en su vida familiar o escolar, al igual que historial familiar de problemas de sangrado, etc. Luego, el examen físico comienza con signos vitales, peso, examinación de piel para moretones, puntos de sangre o cambios hormonales como desarrollo de vellos o áreas oscuras en la piel. También se examinará la glándula tiroidea, cambios cardíacos, y un examen abdominal para descartar alguna masa. El examen pélvico no siempre es necesario y ocurrirá cuando hay alta sospecha de un problema anatómico pélvico, lesiones o infecciones. El mismo podría ser con Pediatría o ser referida a Ginecología.
Además del historial y examen físico, su médico enviará laboratorios para evaluar hemoglobina, la hormona tiroidea, pruebas de coagulación, prueba de embarazo y de azúcar, de ser necesario. También podrían indicar un sonograma pélvico, para evaluar anatomía pélvica y descartar variación en el útero o presencia de quistes ováricos grandes.
Por otra parte, es importante identificar cuando la paciente debe visitar sala de emergencias. Toda paciente que sufra cansancio que impide su vida diaria, mareos, y/o pérdida de consciencia, debería visitar la sala de emergencia por síntomas de anemia. De igual manera, aquellas que necesiten más de una toalla/tampón en dos horas o el sangrado está en la ropa, debe llegar a sala de emergencias.