A todos los niños les dará fiebre en algún momento.
La mayoría de los episodios de fiebre no indican nada grave porque la fiebre es una de las formas que tiene el cuerpo de combatir infecciones. Pero cuando a su hijo le da fiebre, especialmente si es un neonato, es normal no estar seguro de qué hacer.
¿Cómo tomar la temperatura de un bebé?
Siempre intente utilizar un termómetro digital para verificar la temperatura de su bebé. Estos son sencillos y dan resultados rápido. Los otros tipos de termómetros no son precisos en determinar la temperatura.
Es importante recordar que no podemos medir temperatura simplemente tocando la piel así que si su bebé se siente caliente o frío, verifique siempre con un termómetro. Esto permitirá tener una medida objetiva de la temperatura del cuerpo.
La Academia Americana de Pediatría recomienda tomar la temperatura rectal a los neonatos. Esto se hace poniendo a su bebé boca abajo en su falda o en una superficie estable. Pon la mano que queda más cerca a la cabeza del bebé en la espalda baja y separa las nalgas con su dedo pulgar e índice.
Utilizando la otra mano, insertar el termómetro (con un poco de vaselina en la punta) alrededor de media pulgada en el ano del bebe. Aguanta el termómetro en sitio hasta que obtengas una lectura. Remueve el termómetro y anota la temperatura. Limpiar bien con agua y jabón o con alcohol.
¿Cuáles son las posibles causas?
Es importante saber que la fiebre en sí no es una enfermedad sino un síntoma de otro problema y puede estar causada por varias cosas.
Una infección:
la causa más común de fiebre es infección causada por distintas etiologías.
- Infecciones virales: las causas más comunes de fiebre en los niños son las infecciones virales. La fiebre puede ser el único síntoma. Otros síntomas de infecciones virales pueden ser secreciones nasales, tos, diarreas o vómitos.
- Infecciones bacterianas: las infecciones de orina son la causa más común de fiebre por bacteria en los neonatos. Otras infecciones serias incluyen la meningitis – una infección del líquido que cubre el cerebro o bacteria – una infección por bacteria del torrente sanguíneo.
- Fiebre del recién nacido: la fiebre en los primeros 3 meses de edad (y especialmente en el primer mes) puede ser un problema serio y grave y el bebé debe de ser examinado por un médico lo antes posible. Las infecciones bacterianas y algunas infecciones virales a esta edad pueden empeorar muy rápido y necesitan tratamiento de inmediato.
Sobrecalentamiento/exceso de ropa:
los recién nacidos no son capaces de regular tan bien su temperatura y por eso pueden tener fiebre si están demasiado abrigados o si están en un ambiente muy caluroso. Esta fiebre suele ser baja y se normaliza al cabo de unas horas después de estar en un sitio más fresco.
Fiebre por vacunas:
los bebés pudieran presentar fiebre después de las vacunas. La fiebre puede presentarse entre 12 y 48 horas después de la administración de las vacunas.
Llame a su pediatra y provea la mayor cantidad de información posible. Detalles como cuándo comenzó la fiebre, cómo fue tomada, si se le ha dado algún medicamento o si ha estado expuesto a alguien enfermo son importantes. De acuerdo con la edad, el historial y examen físico, el médico tomara la decisión de realizar otros estudios. A veces es necesario admitir a los bebes al hospital para medicamentos y líquidos intravenosos. Para esto puede ser necesario obtener muestras de sangre, de orina o de liquido cefalorraquídeo. Su médico también podría ordenar estudios radiográficos y otros laboratorios dependiendo de los síntomas.
Algunas enfermedades pasan de la mamá al bebé ya sea antes o durante el parto. Si una mujer embarazada es diagnosticada con una infección, se pueden tomar medidas preventivas para disminuir el riesgo de infectar el bebé. Muchas veces esto requiere que la mamá tome medicamentos. Otras formas de prevención incluyen practicar buena higiene como el lavado de manos, seguir los calendarios de vacunación recomendados y hablar con su pediatra de las medidas que puede tomar para evitar infecciones.
También es importante tomar en consideración que estamos viviendo tiempos difíciles con la pandemia del COVID-19.
Debe consultar con su pediatra para decidir qué es lo mejor para su familia, pero en términos generales debemos limitar las visitas a las menos posibles y si es posible esperar al menos 6 semanas antes de permitir visitas y contactos ajenos al núcleo que vive en la casa. La visita debería de mantener distanciamiento social de al menos 6 pies y todos, excepto el recién nacido, deberían usar mascarillas.
Recuerden que para que el bebé se mantenga saludable, todos en el hogar deberán tomas las medidas recomendadas de prevención.
